¡Cabezazo! – La experiencia NeuroTracker – Ep.3

Al comenzar mi cuarta semana de con NeuroTracker , estaba muy interesado, si no ansioso, por ver mejoras. Había visto un pequeño movimiento en mis puntuaciones y tenía curiosidad por ver cómo podría seguir aumentando. También fue importante observar cualquier cambio en el campo de juego, ya que sentí que mi capacidad de tomar decisiones de pase había disminuido en los últimos años, lo que me llevó a pérdidas innecesarias de posesión.

Una vez más me senté frente a la pantalla y mi compañero de entrenamiento Jake encendió el sistema. Debatimos agregar algunos desafíos adicionales a la mezcla, como estar de pie o mantener el equilibrio (mira este video sobre las etapas del entrenamiento de NeuroTracker para obtener más información sobre esto). Decidimos no hacerlo, sobre todo porque quería avanzar un poco más en la curva de rendimiento antes de hacer el cambio. Esto se debe en parte a que en la última sesión me distrajo mi hijo de seis años. ¡Esta vez tenía muchas ganas de concentrarme y actuar!

NeuroTracker comienza automáticamente a una velocidad más baja que su línea de base actual, por lo que comenzó a una velocidad de 1,2, que ahora encuentro muy lenta, nunca fallo a esa velocidad. Cada vez que aciertas en una serie, se acelera. Por primera vez obtuve 5 series seguidas. La quinta serie fue en 3.4, y esa es la primera vez que conseguí una en ese nivel. Finalmente rompí mi racha a una velocidad de 4.0, lo cual fue increíblemente rápido para mí: ¡me equivoqué en tres de cuatro! Básicamente perdí las bolas de inmediato, así que sólo estaba adivinando.

A partir de entonces, el sistema trianguló hasta lo que podía manejar y, por primera vez, terminé por encima de 2, en 2,08.

Un fenómeno muy interesante es que 1.9 era alcanzable de forma rutinaria para mí, mientras que cuando hice el entrenamiento por primera vez hace un mes me pareció extremadamente rápido. Así que esta vez no sólo pude ver la mejora en mis puntuaciones, sino que también sentí realmente la diferencia . Hay una sensación que oscila alternativamente entre el dominio y la caída libre, y en 1,9 ahora sentí el mismo dominio que tenía en 1,5 un par de semanas antes.

La noche siguiente jugué fútbol sala y Jake vino a jugar con el grupo y a observar, como lo había hecho en semanas anteriores. El propio Jake ha sido muy constante con su entrenamiento de NeuroTracker, obteniendo ahora una puntuación superior a 3,0, y afirma que ha ayudado a que sus enfrentamientos en hockey sobre hielo pasen de menos del 20 % a más del 80 %. Tenía muchas ganas de ver si podía hacer menos pases regalados e, idealmente, más asistencias e incluso goles.

¡Bueno, puedo decirte que fue mi mejor juego en 2 años! Jake y yo nos reímos durante el juego, mientras yo hacía una serie de asistencias locas al espacio y algunas carreras en solitario memorables culminadas con goles. Este tipo, Mike de mi equipo y yo, conectamos numerosas veces, y yo se lo puse justo en el pie cuando pasó por delante de la red, algo que nunca antes habíamos conectado.

Físicamente estoy en peor forma que hace dos años, con una mala rodilla izquierda y un desgarro en la pantorrilla derecha, así que la diferencia tenía que estar en la mente, no en el cuerpo. Si bien un juego y una persona no es una experiencia científica ni estadísticamente significativa, anecdóticamente fue una experiencia muy interesante. ¡Estaba en llamas de verdad! Informaré después del partido del próximo miércoles, ¡pero tiene buena pinta!

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