Percepción biológica del movimiento: una habilidad crucial para todo atleta

Los atletas serios llevan sus mentes y cuerpos al límite del desempeño humano. Algunos logran hazañas que desafían las expectativas de nuestra especie: Roger Bannister rompió la milla en 4 minutos en 1958; Benedikt Magnusson levantó más de 1000 libras en peso muerto en 2011.

A primera vista, estos logros son de naturaleza física. De hecho, es la agilidad mental de los atletas la que conduce a su éxito en el campo. De hecho, los atletas profesionales varían día a día en su desempeño y claramente esto no se debe a la variación física diaria sino a la atención y concentración mental. Los mejores equipos perderán algunos partidos cada año, a menudo contra equipos de los últimos lugares de la liga, lo que demuestra cómo estar "en la zona", o no, puede determinar el resultado. A veces, el desempeño excepcional de un jugador clave marcará la diferencia.

Una habilidad mental importante cuando se compite en deportes de alto nivel es leer los movimientos del cuerpo. Ser capaz de percibir el movimiento de un corredor en competencia o de un compañero de equipo es clave para tomar buenas decisiones en tiempo real. El movimiento biológico es clave para todos los deportes, desde el hockey hasta el fútbol, ​​desde el fútbol americano hasta el béisbol, desde el atletismo hasta la lucha libre.

Se ha demostrado en múltiples experimentos científicos que los atletas profesionales son mejores que el promedio en la percepción del movimiento biológico. Esta capacidad se traduce además en muchas ventajas. Sus tiempos de reacción, toma de decisiones y precisión al realizar pases están directamente relacionados con sus capacidades de percepción biológica. Su poder predictivo aumenta considerablemente, lo que les permite comprender mejor las posiciones futuras de sus compañeros, defensores y porteros, lo que claramente mejorará el rendimiento. Se dice que muchos de los mejores atletas de deportes de equipo del mundo tienen "ojos en la nuca", lo que en realidad tiene que ver con el poder predictivo.

En un estudio publicado en septiembre de 2015, Thomas Romeas y la Dra. Jocelyn Faubert del Laboratorio de Percepción y Psicofísica Visual de Montreal descubrieron que los atletas expertos en percepción biológica del movimiento tenían resultados superiores en la predicción de pases en el fútbol y tenían tiempos de reacción más rápidos. Los no deportistas que no tenían experiencia en seguimiento de movimiento eran menos competentes en casi todas las tareas.

Entonces, ¿cómo entrena un atleta esta parte de su juego? La mayor parte del tiempo de entrenamiento de los atletas competitivos está destinado a mantener el cuerpo en forma. Pero el cerebro necesita "ir al gimnasio" tanto como los músculos. El entrenamiento mental suele ser sólo una parte implícita de otro entrenamiento, como la práctica de seguimiento del movimiento al ritmo del juego durante una práctica.

Ahí es donde entra en juego el entrenamiento cognitivo dirigido. NeuroTracker es un ejemplo, donde la ciencia ha demostrado que mejora la capacidad de leer el movimiento biológico. Ya se sabía que los deportistas de élite eran capaces de predecir mejor hacia dónde se moverían los defensores y compañeros de equipo. Fundamentalmente, se demostró que estas habilidades subyacentes pueden verse influenciadas positivamente mediante el entrenamiento con NeuroTracker, y esta influencia en la mejora de las predicciones de acciones deportivas ahora se está estudiando específicamente.

Los equipos deportivos profesionales dedican cada vez más tiempo valioso al entrenamiento de la percepción del movimiento biológico. También están surgiendo centros especializados en entrenamiento deportivo y visión deportiva, que ahora ofrecen entrenamiento deportivo de vanguardia a otros atletas serios que no tienen acceso a dichas instalaciones a través de clubes deportivos. A medida que esta práctica crezca, se puede predecir que conducirá a un mejor rendimiento en el campo y al surgimiento de más "ojos en la nuca".

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