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En el blog anterior, hablé de cómo el rendimiento cognitivo puede verse afectado de manera sensible por las cargas de habilidades motoras. Esto es relevante incluso para deportistas de élite y con una diferencia tan pequeña como estar de pie, respecto a estar sentado, durante el NeuroTracking. Un hallazgo consiguiente fue que se puede utilizar una metodología de entrenamiento sistemática e incremental para superar este efecto, permitiendo dominar habilidades motoras complejas bajo una alta carga cognitiva.
Con estos conceptos en mente, me interesé en darle la vuelta al enfoque anterior. En lugar de ver cómo las tareas de habilidades motoras afectaban el rendimiento del NeuroTracker, quería probar cómo el rendimiento del NeuroTracker afectaba las habilidades motoras. Una primera mirada a esto fue a través de una investigación no publicada con jugadores de la NHL, donde utilizamos un sofisticado análisis de seguimiento de movimiento para medir el rendimiento en el manejo del disco (regate con el palo) durante el NeuroTracking.
A los jugadores que no estaban entrenados en NeuroTracker, pero que tenían una línea de base inicial, se les dijo que mantuvieran NeuroTracking cerca de su línea de base sentado. Vimos que las diferencias entre el manejo del disco solo y el combinado con NeuroTracking eran marcadas. Los patrones de seguimiento del movimiento del stick revelaron que la habilidad para manejar el disco disminuyó considerablemente y, curiosamente, los jugadores parecían no ser conscientes de estos efectos.
Esto llevó a un estudio piloto ( publicado recientemente ), en el que yo, junto con estudiantes de posgrado y un colega mío, David Labbe (un experto en biomecánica), intentamos investigar el papel potencial de estos efectos de la carga cognitiva en las lesiones autosostenidas.
Nos centramos en las lesiones del LCA (ligamento cruzado anterior), ya que se sabe que son una de las lesiones deportivas más comunes (hasta 200.000 por año en los EE. UU.) y generalmente ocurren sin contacto con otras personas. También hay evidencia de una relación entre niveles más bajos en medidas de capacidad cognitiva y un mayor riesgo de lesión del LCA.
En este estudio en particular evaluamos a atletas universitarios en fútbol, voleibol y fútbol americano. A cada uno se les pidió que realizaran 16 pruebas separadas de dos saltos con una sola pierna (un salto hacia adelante y luego un salto lateral hacia la pierna opuesta). La mecánica del movimiento de cada salto se midió con precisión mediante placas de fuerza y mediante la captura del movimiento de las piernas y la pelvis (utilizando 36 marcadores).
NeuroTracking se asignó aleatoriamente a la mitad de las pruebas, y los saltos se realizaron durante la fase de seguimiento. Elegimos NeuroTracker como simulación controlada de la carga cognitiva relacionada con el deporte. Esto se debe a que sabemos que esta tarea es relevante para el rendimiento deportivo .
En todos los atletas, la cinemática de la cadera y la rodilla cambió significativamente con el NeuroTracking, en comparación con simplemente saltar solo. Específicamente, el mayor efecto encontrado fue un cambio en el ángulo de abducción de la rodilla, lo que resultó en una mayor tensión en el LCA, un factor más asociado con la aparición de lesiones del LCA. Este cambio de movimiento ocurrió con el 60% de los participantes, lo que sugiere que algunas personas pueden ser más susceptibles que otras y que este puede ser un método válido para identificarlas. Aunque solo se trata de un estudio piloto, los hallazgos proporcionan una indicación de que la carga cognitiva puede afectar directamente el rendimiento de las habilidades motoras de manera que aumentan la susceptibilidad a lesiones físicas.
En esta investigación, los atletas no estaban entrenados con NeuroTracker, por lo que se planea un estudio de seguimiento para ver si un programa de entrenamiento de NeuroTracker puede revertir este tipo de factores de riesgo de lesiones utilizando evaluaciones similares de seguimiento de movimiento, e intervenciones previas y posteriores al entrenamiento. Si este es realmente el caso, ofrecerá a los atletas la posibilidad de utilizar el entrenamiento cognitivo para protegerse. Esto es especialmente relevante con NeuroTracker porque es muy accesible y porque los datos de miles de atletas muestran que se logran grandes mejoras dentro de dos o tres horas de entrenamiento distribuido.
Una intervención cognitiva eficaz para la prevención de lesiones generalmente mejoraría las perspectivas de salud de las personas que practican deportes. En el nivel de élite, donde las lesiones de los mejores jugadores son extremadamente costosas, también proporcionaría una ventaja competitiva. Esta es sin duda un área en la que los equipos profesionales conocen la verdad del viejo dicho "más vale prevenir que curar".
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